Ahi te pasé el equipo, sos el primero que lo tiene. Decime si alguno de los que competirá en la División Metropolitana se anima a algo asi».
Las palabras de Daniel Piputto, entrenador jefe de la Primera Federal que debutará el próximo 8 de febrero cuando en casa reciba a GEI, y de esa manera arranque su octavo año consecutivo en el certamen, se las dice al periodista ya culminado el Media Day, y los jugadores comienzan el entrenamiento.
Hay un aire de alegría revoloteando por Barcala. Y no es para menos, porque el campeonato ganado semanas atrás es un premio que ayuda mucho a mantenerse en este camino, sea desde lo dirigencial hasta el cuerpo técnico.
Y claro, con un currículum donde se agrega una estrella Metropolitana, con vista al inminente inicio del Federal, se puede trabajar en ciertos retoques del equipo, sobre todo cuando algunos jugadores no seguirán, y otros dispondrán de tiempos mas limitados debido a sus estudios universitarios o trabajos.
Se sabe, Porteño no encara esta competencia con los desafíos de ascender. Sea por presupuesto o infraestructura, ese sitial tendrá otros nombres, la mayoría de otras Divisiones, con ciertos equipos que llevan sobre sus lomos pasados ilustres, incluso en las esferas más altas del básquet argentino.
Pero también es cierto otro aspecto, y bien se han referido a ello los propios protagonistas en las entrevistas realizadas durante la semana: en esta División, Estudiantil Porteño se ganó un respeto en todos los rivales, y cuando se ponen en lote los nombres de candidatos a pelear arriba en sus respectivas zonas, el suyo aparece de inmediato.
No es una percepción, sino datos concretos, ya que en las últimas tres temporadas, nunca bajó del segundo lugar en la tabla de posiciones. Y si bien no pudo aún traspolar ese rendimiento óptimo al momento de los playoffs (todavía no superó una segunda instancia de eliminación directa), hay una unanimidad puertas adentro, que la misma llegará por decantacion, como una fuerza natural.
Para este 2023, Daniel deberá armar un par de rompecabezas, uno de los cuales ya le hizo encajar las piezas. Con la salida del base Juani Dameli, tras haber estado presente en todas las ediciones anteriores, tiene su idea, y es la que le comentó al cronista, cómo está descripto al principio.
Con material humano abundante en ese sector de la cancha, no era a priori un problema mayor.
Luego, quizás si, detalles donde deberá acudir a auténticas ingenierías para diseñar los quintetos durante el transcurso de la temporada.
Ya sabe que los dos hombres fuertes en las pinturas (Jorge Quercetti y Flavio Perez Ondarts), priorizarán en ciertos meses del año, sus estudios. El ex Morón ya está en la etapa final para recibirse de Ingeniero, y lógicamente sus energías estarán enfocadas allí. El técnico lo sabe, y es consciente que estará ausente varios partidos que escapan de sus trascendencias competitivas.
En el caso de Jorge, le llega el momento de las residencias como doctor, y con ellas, las guardias; por eso también su presencia será cuestión que asomen cuando no estén.
Igualmente, muy valorable su sentido de pertenencia al grupo, porque junto a sus estudios de posgrado en medicina, se le suma que fue incorporado al cuerpo tecnico del fútbol de Lanús, el club que lo vio nacer y es parte de su ADN, ya que vive a pocas cuadras del estadio Granate.
Cuando se le consulta al DT si hay reemplazo natural para Guido Burrone, el pivot U21, responde con franqueza: «No». Y ante las risas mutuas, su gesto de que justamente alli es donde se verá su impronta al momento de diseñar los equipos en la semana, acorde al rival de ocasión, y también con los jugadores disponibles.
De todos modos, ya con la experiencia de venir participando ininterrumpidamente desde el 2015, la dirigencia entendió a la perfección ciertos detalles:
A) Con este formato de competencia, donde salvo los dos que ascienden, el resto volverá a ganarse su espacio en un Prefederal, no hay razones para comprometer la economía de esta actividad con la contratación de un poste, que justamente siempre son las fichas mas onerosas.
B) Hay una estructura de plantilla larga con los jugadores formativos, quienes poseen una experiencia vasta para su edad, y eso permite poder afrontar los juegos con diseños diversos en el rectángulo. Por nombrar solo dos casos, Guido tiene 21 años, y ya cuatro Federales, sumados a las Ligas Metropolitanas y Torneos locales. Thiago Flossi es segundo año U19, y similar a Guido, con el agregado que dispondrá de muchos minutos en una posición que alternará con Alejo Delgado, uno de los arribados en 2022.
En el tridente Siniuk- Spagnuolo-Quercetti (obviamente en cuanto sus tiempos lo permitan, se agrega Perez Ondarts) se sostiene la estructura de juego y anímica en los manejos de tiempos y circunstancias, en especial cuando la mano venga cambiada.
Entre las fichas mayores, se suman David Morán (con participación reciente en Monte Grande) y Nicolás Rodriguez, quienes estarán a la orden del técnico cuando alguno de los cuatro mencionados no estén.
Delgado, Burrone como U23 y Agustín Elizaga ocupará la ficha U21. Arribado desde Lanús, este 1-2 trae la escuela formativa de Lanús, por lo cual es garantía de calidad y competencia en los niveles altos.
«Metiste un pleno cuando tomaste la dirección técnica con Alejo Toledo, y luego con Perez Ondarts. ¿Este año te animás a decirme donde ponés la ficha?», se le pregunta a Piputto.
Y la respuesta, lo que aparece escrito en el comienzo del artículo. Que obviamente queda en off the record.
En tanto, mientras la charla se da en el centro del rectángulo, en ambos tableros los jugadores practican lanzamientos a los aros. Todos, no solo quienes jugarán el Federal. Porque también es cierto, y no menos importante, que Porteño es el flamante Campeón Metropolitano, y lo será al menos hasta diciembre de este año.
Y como ya se le tomó el gusto a eso de cortar redes y alzar la Copa, comenzó el trabajo y desafío de repetir esa maravillosa experiencia.